Apolinar de Cáceres Gordo
"Fue presidente de la
Audiencia de Girona entre abril de 1935 y junio de 1936.
Cáceres nació en
Zarza de Granadilla (Cáceres) el 23 de julio de 1890. El 10 de abril de 1916
aprobó el primer ejercicio de opositor a la Judicatura. Y su primer destino
dentro de la carrera judicial fue el juzgado de Primera Instancia de Bande
(Ourense). Su nombramiento se produjo el mes de septiembre de 1926. Hasta
aquel entonces era secretario de la Audiencia de San Sebastián. El mes de
noviembre del mismo año 1926 fue nombrado juez en el municipi de Berja
(Almeria).
El mes de marzo de
1928 fue nombrado juez de Primera Instancia en Figueres. Y aquí, el año 1929,
se casó con Dolores Fina Fernández, natural de la capital del Alt Empordà. El
mes de enero de 1933 fué destinado como magistrado en una Audiencia extremeña.
Un año más tarde consiguió por concurso, siendo el único que se presentó, la
plaza de magistrado en la Audiencia Territorial de Cáceres. Entremedio, había
hecho de magistrado en la Audiencia de Logroño.
El mes de agosto de
1934 fue nombrado, también en superar un concurso, magistrado de la Audiencia
de Girona, con un sueldo de 16.500 pesetas. Tomó posesión del cargo
gerundense el 17 de agosto. Y ya ocupó provisionalmente la presidencia ante el
inicio de las vacaciones de verano del presidente. El mes de abril de 1935
fue nombrado presidente de la misma Audiencia. Tomó posesión del máximo cargo
judicial gerundense el dia 8 de abril. Era el presidente en estallar la
Guerra Civil. Fue cesado, con su consentimiento, el 19 de agosto de 1936.
Fue con la família a
l’Estartit. Aquí lo vinieron a buscar para que volviera a Barcelona. Lo hizo
con su mujer, pero no su hija, que fue al manso Molar de Vilanant. El mes de
setiembre de 1936 se decretó su reingreso en el cuerpo judicial. Aquel mismo
mes, un grupo de personas armadas que decían que eran miembros del Comité de
Investigación intentaron entrarlo en un coche para ir a hacer unas
diligencias. Cáceres, sospechando de la situación, consiguió refugiarse en la
Consejeria de Orden Público con su mujer. El mes de mayo de 1937 fue
destinado a la Audiencia de Barcelona, pero no la ocupó hasta el primero de
julio de 1937. El año siguiente, fue nombrado magistrado de la Sala Segunda
de lo Criminal de Barcelona.
El mismo mes de abril
fue inhabilitado temporalmente por enfermedad. Estaba en Figueres. El mes de
junio de 1938 volvió a coger la baja por una colitis. El noviembre del mismo
año se encontraba nuevamente en Figueres, aunque se dice que vivía en el
manso Fina de Cistella, aunque verdaderamente estaba en el manso Molar de
Vilanant. Y no volvía a Barcelona. Su ausencia obligó a suspender diversos
juicios de la Audiencia de Barcelona.
Al acabar la Guerra
Civil, fue purgado. Se le abrió un expediente, a raiz de una denuncia hecha
desde el Gobierno Civil de Girona, aunque iba dirigido más contra su mujer.
Era una venganza personal. Según el informe: “Era persona de ideas izquierdistas si bien protestaba de los
asesinatos que por entonces se cometían. Por convicción o conveniencia adicto
a la funesta Generalidad de Cataluña, a cuyas autoridades servía
incondicionalmente. Es persona desordenada económicamente contra quien se
trató de entablar el año 1936 alguna reclamación judicial por este motivo,
arreglándose amistosamente el asunto por razón del cargo que ejercía de
presidente de la Audiencia de esta Capital. Su condición moral deja bastante
que desear, estando desprestigiado por la conducta de su esposa que es quien
más le ha perjudicado”.
El mes de mayo de 1942 fue nombrado magistrado de la Audiencia
Territorial de Cáceres. Antes, había hecho de magistrado en la Audiencia
Territorial de Oviedo. Dos años más tarde, el 1944, volvió a ser enviado a
Barcelona, a la Audiencia Territorial, ocupandose de la Sección Segunda.
Entre los años 1951 y 1952 volvió a coger la baja por enfermedad, restando en
Vilanant. Volvió el 26 de julio de 1952. Pero el octubre de 1953 repetió y no
volvió hasta el 16 de diciembre.
Murió el 28 de febrero de 1954, en Barcelona. Según se decía en
La Vanguardia: “Gozaba de generales simpatías entre sus compañeros y amigos
por las singulares prendas que le adornaban y por su trato senzillo y
afable”. Tenia una hija, Candela de Cáceres, que se casó con Antonio Casamor
de Espona. También tuvo un hermano, Pompeyo, que fué medico militar. Pompeyo
también tuvo que cogerse la baja muchas veces por tuberculosis".
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