LA CARTILLA DE RACIONAMIENTO
1939-1952
Un poco de historia
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“El concepto de racionamiento va necesariamente ligado al de
intervención, lo que significa que ni los productores (agricultores y
ganaderos) pueden disponer de sus productos, ni los que los transforman (molineros,
queseros, charcuteros, etc.) pueden venderlos de otra forma que no sea bajo
un estricto control, que garantice que no se ha de superar ni el precio
marcado, ni las cantidades establecidas, porque sólo se puede vender aquello
que dispone de la oportuna acreditación y en las condiciones dispuestas.
Al comenzar la Guerra, se formaron dos bloques, no siempre bien
delimitados y separados por un frente cambiante. La denominada España
Nacional tuvo durante todo el período un nivel aceptable de abastecimiento,
ya que en ella estaban provincias productoras de cereales (Castilla, Aragón y
parte de Andalucía), regiones ganaderas (Extremadura, León, Galicia y parte
de Asturias y Cantabria), áreas vinícolas y azucareras y provincias litorales
que siguieron pescando. La España Roja, principalmente mediterránea, también
tuvo cubiertas al principio sus necesidades, pero la presión bélica y quizás
la ayuda organizativa de personas que, formadas en otros países, desconocían
el nuestro, hizo que la situación fuese deteriorándose poco a poco hasta
alcanzar niveles dramáticos.”
Al finalizar la guerra civil, debido
a la carencia y escasez de alimentos, y por Orden de 14 de mayo de 1939 (BOE
nº 137) del Ministerio de Industria ese establece el racionamiento de
productos básicos en todo el territorio nacional. El órgano encargado de la
gestión de este racionamiento será la Comisaría General de abastecimientos y
Transportes.
El control del consumo se hacía
mediante la llamada cartilla de racionamiento. Las había de diferente
categoría dependiendo del nivel social, el estado de salud y del trabajo del
cabeza de familia. Las cartillas de 1ª correspondían a los sectores de mayor
poder adquisitivo, las de 2ª a los sectores medios y las de 3ª a los sectores
de menores recursos. Era individual y sus hojas estaban formadas por cupones
que se cortaban y entregaban al comerciante. El usuario, se dirigía al
comercio asignado para cambiar su cupón por el producto de ultramarino.
También se tenían asignadas carnicerías.
Había productos que, por sus
dificultades para controlarlos, contabilizarlos y conservarlos y transportarlos,
quedaron fuera del racionamiento. Este era el caso de la leche y los huevos. Curiosos
es el racionamiento del tabaco, solo para los hombres al dejar a las mujeres
excluidas.
Paralelo
a este mercado legal de productos, había otro mercado negro e ilegal. Es el
conocido como estraperlo (en 1934, Strauss y Perle, inventaron una especie de
ruleta de juego que denominaron «straperle» y que suponía una estafa a los
jugadores). Al estraperlista, perseguido por las autoridades, se recurría cuando
se necesitaban determinados alimentos o productos.
El uso de la cartilla finaliza en 1952.
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