https://www.cope.es/trecetv/programas/misas/misas-emitidas/noticias/vuelve-ver-santa-misa-con-rito-beatificacion-los-cuatro-sacerdotes-operarios-desde-tortosa-20211018_1598423
Zarza de Granadilla (Cáceres) El blog en el que se quiere compartir nuestra historia.
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DECRETO DE MARTIRIO |
CONGREGACIÓN
PARA LAS CAUSAS DE LOS SANTOS CIVITATIS
REGALENSIS ET ALIARUM BEATIFICACIÓN
o DECLARACIÓN DEL MARTIRIO de los
Siervos de Dios FRANCISCO
CÁSTOR SOJO LÓPEZ Y 3
COMPAÑEROS De la
Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón
de Jesús (†
1936-1938) |
“Se puede hablar de una vocación «en» el sacerdocio. […] Por tanto, hay un «sígueme» que acompaña toda la vida y misión del apóstol. Es un «sígueme» que atestigua la llamada y la exigencia de fidelidad hasta la muerte (cf. Jn 21, 22), un «sígueme» que puede significar una «sequela Christi» con el don total de sí en el martirio” (San Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Postsinodal Pastores dabo vobis, 70). El Beato Manuel Domingo y Sol fundó la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús, cuyos miembros se dedican a la promoción y formación de las vocaciones al sacerdocio. Así, mientras la persecución religiosa se intensificaba en España en 1936, los Sacerdotes Operarios Diocesanos se dedicaban a la formación de los seminaristas. De ellos, 26, habiendo recibido la gracia del martirio, ya han sido declarados Beatos por la Iglesia. Asimismo, otros 4 Siervos de Dios, asesinados por su fidelidad a Cristo y a la Iglesia, se unen al testimonio de aquellos. 1. FRANCISCO CÁSTOR SOJO LÓPEZ -- nació en Madrigalejo, provincia de Cáceres, el 28 de marzo de 1881. En el seminario entabló amistad con muchos que luego murieron como mártires. Fue ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1903 en la Catedral de Plasencia y realizó su primera consagración en la Hermandad al año siguiente. Dedicó toda su vida a la formación sacerdotal en Plasencia, Badajoz, Segovia, Astorga y Ciudad Real. Apasionado por la música y profesor, sus dotes artísticas no eran nada comparadas con su piedad. Tenía un gran afecto por la Hermandad. En los últimos meses de su vida, con fervor y devoción se preparó a su muerte, que preveía como cierta e inminente. Fue fusilado cerca de Ciudad Real en la noche del 12 al 13 de septiembre de 1936. 2. MILLÁN GARDE SERRANO -- nació en Vara del Rey, al sur de Cuenca, el 21 de diciembre de 1876. Estudió filosofía y teología con resultados extraordinarios. Fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1901 y entró en la Hermandad en 1903. Ese mismo año obtuvo la Licenciatura en Derecho Canónico en el Seminario San Ildefonso de Toledo. Trabajó en la formación de seminaristas en Toledo, Badajoz, Cuernavaca, Querétaro, Valladolid, Salamanca, Astorga, Plasencia y León, como profesor, administrador o director espiritual. Era un sacerdote especialmente enamorado de la Eucaristía. Cuando fue capturado, no ofreció ninguna resistencia, hasta el punto de que las cuerdas que habían preparado para atarle las manos ni siquiera fueron necesarias. Murió el 7 de julio
de 1938 en la cárcel de Cuenca, como consecuencia de las condiciones carcelarias
y los malos tratos sufridos. 3. MANUEL GALCERÁ VIDELLET -- nació en Caseres, en la frontera entre Cataluña y Aragón, el 6 de julio de 1977. Fue promovido al sacerdocio el 1 de junio de 1901 en la Catedral de Huesca y al año siguiente se licenció en Teología en el Seminario Central de Zaragoza. En 1906 ingresó en la Hermandad. Su ministerio se desarrolló en los seminarios de Zaragoza, Barcelona, Tarragona, Cuernavaca, Querétaro, Badajoz, Ciudad Real, Valladolid, Belchite y Baeza, así como en el Pontificio Colegio Español de San José en Roma. Siempre se distinguió por su profundo sentido de fidelidad al sacerdocio. Fue fusilado el 3 de septiembre de 1936 en Capones, cerca de Ibros, en el territorio de la diócesis de Jaén, junto con otras 30 personas. Después de haber llevado a cabo esta masacre, los milicianos salieron a celebrarlo y a contar con orgullo lo que habían hecho. 4. AQUILINO PASTOR CAMBERO -- nació en Zarza de Granadilla, provincia de Cáceres, el 4 de enero de 1911. Desde muy joven mostró signos de vocación sacerdotal. Ingresó en la Casa de
Probación de la Hermandad en 1934 y, el 25 de agosto de 1935, fue ordenado
sacerdote en la Catedral de Plasencia. Durante sólo un año ejerció su
ministerio como prefecto de estudiantes y profesor en el Seminario de Baeza.
Además, solía pasar el tiempo con los jóvenes con simpatía y alegría y, en
medio de ellos, se dedicaba a la gloria de Dios y a la salvación de las
almas. Tenía una especial devoción al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen
María. Fue asesinado en Úbeda, en la diócesis de Jaén, el 28 de agosto de
1936. Al morir, parecía feliz, pronunciaba fervientes jaculatorias y alababa
a Cristo Rey. La crueldad y el rencor de los milicianos contra las personas y los lugares de fe demuestran que los Siervos de Dios fueron asesinados no por razones políticas sino exclusivamente por ser sacerdotes. Su ministerio, ya adornado con virtudes poco comunes como la fe, la esperanza, la caridad, así como la obediencia, el celo y la humildad, a medida que la violencia se agravaba, se llenó del deseo del martirio, un don por el que rezaban asiduamente en sus corazones a imitación de otros religiosos que estaban derramando su sangre por Dios con alegría y generosidad. Asimismo, tras su muerte, el pueblo cristiano los consideró mártires y por eso aún hoy su memoria se mantiene viva como una auténtica fama de martirio. Por ello, dado que los Siervos de Dios perdieron la vida en diferentes diócesis, se realizaron tres investigaciones diocesanas: en Ciudad Real, del 21 de mayo de 1998 al 11 de diciembre de 2003, en Cuenca, del 12 de junio de 1998 al 4 de julio de 2003, y en Jaén del 27 de octubre de 1998 al 21 de mayo de 2004. Con decretos de la Congregación para las Causas de los Santos, se reconoció su validez jurídica el 24 de noviembre de 2006, el 30 de noviembre de 2006 y el 18 de mayo de 2007. El 30 de marzo de 2009, esta misma Congregación permitió que las Causas pudieran unificarse. Se preparó entonces una Positio única, el Congreso de Consultores Teológicos se celebró el 28 de abril de 2016 con un resultado favorable. Los Padres Cardenales y Obispos, en Sesión Ordinaria del 22 de septiembre de 2020, reconocieron que el martirio de los Siervos de Dios Francisco Cástor Sojo López y 3 Compañeros fue un verdadero martirio. Un informe preciso sobre todos estos asuntos se hizo entonces por escrito al Sumo Pontífice Francisco. Su Santidad, acogiendo y confirmando los votos de la Congregación para las Causas de los Santos, estampando su firma en el día de hoy, ha declarado: Queda probado el martirio y su causa de los Siervos de Dios Francisco Cástor Sojo López y 3 Compañeros, de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del Corazón de Jesús, en el caso y para el fin que nos ocupa. Con su propia firma, el Sumo Pontífice ha ordenado también, como es habitual, que este decreto sea publicado e incluido en las actas de la Congregación para las Causas de los Santos. Dado en Roma el 29 de septiembre del año del Señor 2020. Arciv. tit.
di Bevagna Segretario P. BOGUSŁAW
STANISŁAW TUREK, C.S.M.A Sotto-Segr |
Lugar donde estaba ubicada la casa en la que nació Aquilino
Fotos - https://www.sacerdotesoperarios.org/beatificaciontortosa/
AQUILINO PASTOR CAMBERO
|
Aquilino
Pastor Cambero nació en Zarza de Granadilla, provincia de Cáceres y diócesis
de Coria, el día 4 de enero de 1911, hijo de Felipe y Margarita. Era el menor
de cinco hermanos. Muy pronto se comprobó en Aquilino su marcada inclinación al sacerdocio. Cuentan sus paisanos que ya desde muy pequeño sus juegos consistían en decir misa en altarcitos que él mismo preparaba, convocando a sus amigos con una campanita para que acudieran a sus «ceremonias», que celebraba en una pequeña capilla, instalada en una alacena de la casa. El párroco de Zarza de Granadilla, don Celestino Rivera, se interesó enseguida por esta vocación incipiente que él empezó a cultivar con esmero. A este propósito, le preparó en el mismo pueblo para los primeros cursos de latín y humanidades, que aprobó más tarde con muy buenas calificaciones en el Seminario de Coria, donde ingresó como alumno interno el curso 1923-1924. Como su familia era humilde y no podía asumir todos los gastos del seminario, el buen párroco se comprometió, a partir del tercer curso, a ayudarles para cubrir lo que costaba el internado y los estudios. El año 1932 su Obispo le envió al Seminario central de Toledo, que entonces concedía grados universitarios en las ciencias eclesiásticas, para que allí perfeccionara sus estudios, ya que tenía cualidades para ello. Dos años más tarde conoció al Beato Pedro Ruiz de los Paños, que, como Director general de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, se encontraba visitando el Seminario de Toledo. Don Aquilino desde el primer momento se quedó prendado del ministerio de formador de sacerdotes, como él mismo confiesa en una carta que dirigió a don Pedro: «El que suscribe es uno de los tres seminaristas toledanos que pasaron la hora de la comida en santa charla con usted; el mismo que hubo de decirle que apenas conocía a la Hermandad… Pero quedé tan enamorado de ella, que claramente conocí que el Señor me llamaba por ese camino para trabajar en su viña». Su padre falleció en abril de 1934 y el joven Aquilino tuvo que convencer a su madre de su vocación de operario, comprometiéndose a velar para que nunca le faltase nada. De este modo, en septiembre marchó a la Casa de Probación que la Hermandad tenía en Tortosa, donde permaneció durante un curso. El testimonio de un compañero de curso es elocuente: «Vivimos juntos en una comunidad pequeña y por consiguiente de vida íntima, en la que reinaba la caridad, la comunicación constante y la fraternidad entrañable. Por ello pude advertir y admirar en él su buen carácter, su naturalidad y sencillez en todo, su afabilidad en el trato y su delicadeza en la conversación franca y admirable. En suma, era un dechado de seminarista mayor, por su piedad y su ansia de formación de un candidato perfecto al sacerdocio». Terminado este año de prueba fue ordenado sacerdote en Plasencia el 25 de agosto de 1935 y celebró su primera Misa en Zarza de Granadilla tres días después. Su madre vivió la ceremonia emocionada y su párroco, don Celestino, fue su padrino. Con su sacerdocio recién estrenado, fue destinado por sus superiores al seminario de Baeza, como prefecto de alumnos, profesor de 2º de latín y bibliotecario. Le gustaba atender a los alumnos con cariño y perseverancia. Escribía a poco de llegar a Baeza: «Con los chicos marcho bien, revistiéndome antes de mucha paciencia y no menor amor y cariño, que es el único medio de poder depositar en sus corazones la buena semilla». No dejó de cuidar su formación permanente gracias a su interés por la lectura de libros espirituales. Como era sumamente sencillo, bondadoso y entregado, cayó muy bien a sus alumnos, que se expresaban así en la crónica enviada a la revista El Correo Josefino: «Deseamos que le vaya muy bien a don Aquilino Pastor, quien como viene nuevecito y flamante de la fábrica, está lleno de ardores por nuestro bien espiritual, resultando un pastor de verdad». Además de su dedicación al Seminario, trabajaba apostólicamente con los jóvenes Tarsicios y con los de la Acción Católica, multiplicándose para todo lo que supusiera gloria de Dios y de las almas: «Tenía un trato con la juventud del pueblo de Baeza, que atraía por su edad, organizando actos de piedad, fortaleciéndolos en el espíritu eucarístico y preparándoles para ser futuros adoradores nocturnos. Todo esto lo alternaba en vacaciones de Navidad, organizando obras de teatro y otras actividades que nos ocupaba el tiempo de ocio a los jóvenes y a los seminaristas». La persecución religiosa desencadenada en el año 1936 le sorprendió en el Seminario de Baeza, en su puesto de trabajo, a pesar de estar en pleno verano y los alumnos de vacaciones. El 20 de julio quedó violentamente clausurado el Seminario. Don Aquilino y su compañero, don Manuel Galcerá, que era director espiritual, fueron acogidos por una familia amiga, la de don Rafael Torres López, que tenía mucho trato con los superiores del Seminario. A los pocos días, los milicianos invadieron la casa y llevaron a la cárcel a don Rafael, a sus hijos Cristóbal y Manuel, a una sobrina y a los sacerdotes don Manuel Galcerá y don Aquilino Pastor. Este y el joven Cristóbal fueron encarcelados en los sótanos del Ayuntamiento, y los demás, en la parte más alta de la Casa Consistorial. De este modo los dos operarios quedaron separados. El día 28 de agosto de 1936, y sin que mediara juicio ni proceso alguno, don Aquilino y el joven abogado don Cristóbal Torres fueron sacados de aquellos sótanos por los milicianos y conducidos en un camión hasta el Cerrillo del Aire, a unos nueve kilómetros de Baeza, en el término municipal de Úbeda, donde fueron asesinados. Sor Teresita del Niño Jesús, religiosa carmelita de Baeza, cuenta que oyó decir que don Aquilino iba con un semblante alegre, pronunciando fervorosas jaculatorias y dando vivas a Cristo Rey. Así celebró el primer aniversario de su Primera Misa, con su inmolación cruenta y su misa eterna en el cielo. Aquel día fue como Jesús, Sacerdote y víctima. El 10 de octubre de 1939 fueron exhumados sus restos mortales y trasladados procesionalmente a la catedral de Baeza, y allí permanecen en la Capilla Dorada, con los demás mártires de dicha ciudad. En el lugar donde fueron asesinados don Aquilino y don Cristóbal Torres existe una cruz de hierro en su memoria. Algunos testimonios nos ayudan a conocer mejor al operario mártir más joven. Un hermano de don Cristóbal declaró que «era don Aquilino sacerdote de vida ejemplar, apóstol de la juventud y amante de la Eucaristía». Precisamente, lo que más sobresalía de él era su juventud llena de energía, vitalidad y alegría que cautivaba enseguida a todos. Era expansivo y comunicativo. Se caracterizó además por ser una persona bondadosa y con una simpatía arrolladora. Uno de sus seminaristas comenta que «por su juventud y celo pastoral con los seminaristas, abrió el corazón para acercarse a lo humano de los internos; por ese camino cautivó la confianza, simpatía y afecto, puntos fundamentales para que olvidáramos la nostalgia de nuestra familia, pueblo y amigos, y encontrarnos el ambiente propicio para dedicarnos de lleno a nuestra propia formación». A pesar de vivir su sacerdocio sólo un año, «estaba muy lleno de Dios porque así lo manifestaba en su vida, apenas había cantado misa, estaba en plena “luna de miel” sacerdotal». Fue un seminarista ejemplar y por eso llegó a ser también un sacerdote «que vivía intensamente su sacerdocio y que manifestaba su piedad y devoción tanto a la persona de Cristo como a su Madre la Virgen». Fuente - https://www.sacerdotesoperarios.org/beatificaciontortosa/ |
Vídeo sobre Aquilino - https://www.youtube.com/watch?v=6BkUMyfsnKg&t=3s |
Hermandad de Sacerdotes Operarios |
La Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos es una asociación
de sacerdotes diocesanos que se unen para ayudarse como sacerdotes en el
camino de la santidad y para ser más eficaces en el ejercicio del ministerio.
El Operario es un sacerdote secular incardinado en su propia diócesis pero que, con permiso de su obispo, se vincula a la Hermandad para dedicarse a los ministerios que le son propios. Esto quiere decir que sólo los clérigos pueden ser operarios y para vincularse a la Hermandad hay que ser, al menos, diácono. El sacerdote operario sigue manteniendo una relación personal con su Obispo y con el presbiterio de su diócesis de incardinación y vive una incardinación afectiva con la diócesis donde trabaja mostrando una colaboración estrecha con el Obispo y los sacerdotes. Y tiene una especial disponibilidad y libertad para ir a trabajar a cualquier parte del mundo. La Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos fue fundada en 1883 por el Beato Manuel Domingo y Sol, conocido como Mosén Sol. Los objetivos que la Hermandad desarrolla desde su origen son:
En 1898 la Santa Sede reconoció oficialmente la peculiaridad de la Hermandad: sacerdotes seculares con vida común, por eso no fue hasta en 1927 que la Hermandad fue aprobada por la Santa Sede como Sociedad de vida común sin votos; y más tarde, en 1952, como Instituto Secular. Actualmente la Hermandad es una Asociación Pública Clerical de Derecho Pontificio, aprobada como tal por Benedicto XVI en 2008 y están presentes en Alemania, Angola, Argentina, Brasil, Cuba, España, Estados Unidos, Italia, Perú, Portugal, República Democrática del Congo, Venezuela y Zambia. |
BEATIFICACIÓN |
Los sacerdotes operarios mártires Francisco Cástor Sojo López,
Millán Garde Serrano, Manuel Galcerá Videllet y Aquilino Pastor Camberos
fueron beatificados el pasado 30 de octubre en la catedral de Tortosa. Se
trata del último grupo de mártires de la Hermandad de Sacerdotes Operarios
Diocesanos, de un total de 30, durante la persecución religiosa del siglo XX
en España. ¿QUÉ ES UNA BEATIFICACIÓN? La beatificación es la forma que tiene la Iglesia de declarar a
una persona como modelo de vida cristiana e intercesor de quienes le rezan.
Además, se autoriza el culto público a esa persona en los lugares
determinados por la Santa Sede. ¿CÓMO SE DA LUZ VERDE A UNA BEATIFICACIÓN? Para la beatificación, hay tres vías:
El proceso, en cada caso, es distinto. Cuando se reconoce el martirio de un fiel, como en este caso, no se le declara venerable y no es necesario presentar un milagro para su beatificación. ¿EN QUÉ SE DIFERENCIA DE UNA CANONIZACIÓN? Cuando se produce una beatificación, se autoriza el culto público
al nuevo beato en los lugares determinados por la Santa Sede. En el caso de
la canonización, queda permitido el culto público universal de la persona
beatificada. La beatificación es el paso previo a la canonización. ¿CÓMO ES LA CEREMONIA DE BEATIFICACIÓN? La ceremonia de beatificación consiste en una celebración
eucarística, durante la cual se hace una declaración solemne de beatificación
de una o varias personas. ¿QUIÉN CELEBRA LA BEATIFICACIÓN? En este caso, la ceremonia de beatificación fue presidida por el
prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el Cardenal
Marcello Semeraro, que actuó delegado por el Santo Padre, el Papa Francisco. ¿CUÁNDO SE CELEBRARÁ LA FIESTA DE LOS NUEVOS BEATOS? Los nuevos beatos tendrán su fiesta el 25 de octubre, memoria de
los beatos mártires operarios.
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IMAGEN DE LOS
MÁRTIRES |
Que
no hay nada que “construya” tanto la casa de El Infinito y la puerta de su
reino como el fuego que pretende destruir el lugar donde, en la tierra de
nuestro espacio tiempo, El Tres Veces Santo es alabado. El
inocente perseguido está siempre amparado en el seno de La Belleza. Porque la
persecución de la vida por los agentes de la muerte es siempre el intento
vano de herir a La Verdad. Pero La Verdad acoge en su seno de Belleza al
pobre desvalido, para transformarlo en resplandor de su luz increada que
ilumine el tiempo que habitamos ahora. Pero
yo, pensando estas cosas, ¿qué hago ahora con estas pequeñísimas fotos de
minúsculos puntitos que han aparecido en la pantalla de mi ordenador? ¿Qué
puedo hacer para decir en imagen que estos rostros, apenas visibles, son
ahora luz del mundo? ¡Total
temeridad! He dicho que voy a intentar crear esa imagen no sé por qué. Y no
sé por qué, pero voy a intentarlo: ¡Hablar
de su vida, de su muerte y de su gloria! Estos
rostros necesitan un cuerpo acorde con su momento, con el talante de tantos
que, como ellos, vivieron aquellas circunstancias. Y estaban ahí, preservados
del deterioro de los años, digitalizados en sus pobres condiciones, pero a
salvo en Internet. ¡Ya
tienen entera su figura, he encontrado sus cuerpos! Forman un grupo de
fraternidad serenamente invencible. Y también las armas que acabaron con la
vida de tantos como ellos. Las
pongo a sus pies, les prendo fuego, un fuego sin luz, unas llamas que sólo
destruyen aquello que no cuenta, proyectando oscuridades. Y sus casas
ardiendo. Las miro y no, no se queman, se elevan y se van haciendo una luz
infinita en la infinita luz de la Belleza. Y
en el centro de la composición, presidiendo y acogiendo en sí toda la escena,
el signo glorioso del poder que vence al mundo: La Cruz. A ella supieron
abrazarse estos cuatro testigos de la fe, ese don todopoderoso que tienen los
débiles para llegar a ser canto de alabanza eterna. Esa
Cruz en la que están integrados todos los colores que forman su blancura de
irradiación perfecta. Los colores de cada uno de estos cuatro combatientes,
armados todos ellos del perdón y la paz. La Cruz flanqueada de armoniosa
tubería que cantará por siempre su Himno de Victoria: A ÉL HONOR Y POTENCIA POR LOS
SIGLOS. AMÉN. ALELUYA SOR ISABEL GUERRA, MONJA CISTERCIENSE Y AUTORA DE LA
IMAGEN |
LOGO DE LA BEATIFICACIÓN |
Es una imagen básica que agrupa en la simbología cristiana esta
ofrenda de la propia vida, es la cruz. Se elige la cruz griega como elemento
tipo que se multiplicará, en tanto número como miembros de la Hermandad
martirizados, 30. Estas cruces se agrupan por colores, respondiendo a los cuatro grupos de mártires beatificados en las sucesivas declaraciones que se han dado en la Iglesia. Los cuatro últimos testimonios vitales se unen a los 26 ya beatificados, conformando los 30. Al mismo tiempo, estas cruces se enmarcan en otra similar, pero de mayor tamaño, que hace referencia a la institución que los contiene, sin limitar la proyección de su testimonio, fuera de ella. Se ha optado por dejar fuera parcialmente de esta cruz marco partes de las cruces individuales, de modo que simbolizamos esta proyección testimonial entrando en relación con tantos otros mártires de la Iglesia. Junto a estos elementos se incluye la palma martirial, elemento que pertenece a la simbología clásica cristiana y que fue utilizada en anteriores beatificaciones, dando así continuidad en esta ocasión a estas celebraciones en toda la Iglesia. La opción cromática es la corporativa, pues pretendemos reforzar todavía más la identificación con la Hermandad en la reproducción de los mismos. Se añade el naranja como alternativa al dorado en papel y luz. EQUIPO DE
COMUNICACIÓN Y DISEÑO DE LA HERMANDAD |
Uno de los actos programados para el primer día fue la Vigilia de oración por las vocaciones
Vigilia de oración por las vocaciones Palabras
dedicadas a Aquilino
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PARTE PRIMERA |
HÉROES LA MIRADA – AQUILINO
PASTOR CAMBERO Lector I: “Aquilino Pastor nace en la pequeña Zarza de Granadilla, al norte de Cáceres. De pequeño, puso su mirada en la Eucaristía, y cuentan de él que, jugando con sus amigos, decía misa y creó una capilla en un armario de su casa. Otra mirada, la de su
párroco, le llevó al seminario, y con su ayuda, pudo hacer allí sus estudios…
En Toledo después, su mirada se cruzó con la del Beato Pedro Ruiz, y a través
de él, su mirada se cruzó con la Hermandad de Operarios y su trabajo formando
sacerdotes. Y entonces comenzó a mirar de una nueva forma su ser sacerdote, y
cambió su camino para siempre. Lector II: Dicen de él que miraba con cariño a sus seminaristas, con paciencia y con entrega. Estando en el seminario de Baeza, el odio se cruzó con él, y fue encarcelado con su compañero Manuel Galcerá. Dicen que fue con su mirada, la que en tantos se había posado, alegre… Y fue asesinado una mañana de agosto, el día que cumplía un año de su primera misa, con 25 años.”
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PARTE SEGUNDA | UN CORAZÓN QUE SIGUE LATIENDO MIRAR Presidente: “Al desembarcar, vio mucha gente, sintió compasión de ellos, pues estaban como ovejas que no tienen pastor”. (Mc 6,34). Lector 0: “¿Qué debería pasar por el Corazón de Jesús? Este mismo Salvador, aquí presente Sacramentado, nos convida a que levantemos nuestros ojos, y que veamos tanta mies, y de tan distintas almas en tan diversas regiones, dispuesta para la siega”. I, 2, 92 Lector I: Aquilino miró de otra manera, miró a su sacerdocio, su vocación, y descubrió una manera de ser sacerdote que era llave de la cosecha para nuevas vocaciones. Y a esa mirada se entregó. Hasta el final. Lector II: Danos, Señor, hombres y mujeres que abran los ojos a las necesidades de tu Iglesia, capaces de dar respuesta a tu llamada, y dispuestos a mirar el mundo a través de tus ojos. |
Fuente - Guía
del peregrino |
Junto al Ebro se levanta la Catedral de Torotosa, de estilo Gótico Catalán, lugar elegido para la celebración del acto principal de la ceremonia de Beatificación de nuestro paisano Aquilino.
La ceremonia fue presidida, como representante del Santo Padre, por el Emmo. y Rvdmo. Sr. Marcello Semeraro Cardenal Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos
(Momento de su llegada la catedral)
Finalizadas la bienvenida y los ritos iniciales, se procedió al rito de la beatificación
LITTERAE APOSTOLICAE
NOS, VOTA FRATRUM NOSTRORUM GERARDI MELGAR VICIOSA, EPISCOPI CIVITATIS REGALENSIS, AMADEI RODRIGUEZ MAGRO, EPISCOPI GIENNENSIS, IOSEPHI MARIAE YANGUAS SANZ, EPISCOPI CONCHENSIS, NECNON PLURIMORUM ALIORUM FRATRUM IN EPISCOPATU MULTORUMQUE CHRISTIFIDELIUM EXPLENTES,
DE CONGREGATIONIS DE CAUSIS SANCTORUM CONSULTO, AUCTORITATE NOSTRA APOSTOLICA FACULTATEM FACIMUS UT VENERABILES SERVI DEI FRANCISCUS CASTOR SOJO LÓPEZ, AEMILIANUS GARDE SERRANO, EMMANUEL GALCERÁ VIDELLET ET AQUILINUS PASTOR CAMBERO, MARTYRES, PRESBYTERI SODALITATIS SACERDOTUM OPERARIORUM DIOECESANORUM A
CORDE IESU, PASTORES SECUNDUM COR CHRISTI, STRENUI TESTES EVANGELII USQUE AD SANGUINIS EFFUSIONEM,
BEATORUM NOMINE IN POSTERUM
APPELLENTUR ATQUE DIE VICESIMA QUINTA MENSIS
OCTOBRIS QUOTANNIS IN LOCIS ET MODIS IURE STATUTIS CELEBRARI POSSINT. IN NOMINE PATRIS ET FILII ET SPIRITUS SANCTI. AMEN. DATUM ROMAE, LATERANI, DIE TRICESIMO MENSIS AUGUSTI, ANNO DOMINI BISMILLESIMO VICESIMO
PRIMO, PONTIFICATUS NOSTRI NONO.
Carta apostólica
Nos, atendiendo a los deseos de
nuestros hermanos Gerardo Melgar Viciosa, obispo de
Ciudad Real, Amadeo Rodríguez Magro, obispo de
Jaén, José María Yanguas Sánchez, obispo de
Cuenca, así como de muchos otros hermanos en
el episcopado y de numerosos fieles cristianos,
habiendo consultado a la Congregación para las Causas de
los Santos, con nuestra Autoridad Apostólica
concedemos que los venerables Siervos de Dios Francisco Castor Sojo López, Emiliano Garde Serrano, Manuel Galcerá Videllet y Aquilino
Pastor Cambero, mártires, presbíteros de la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos del
Corazón de Jesús, pastores según el Corazón de Cristo, valerosos testigos del Evangelio hasta el derramamiento de la sangre, en adelante sean designados con el
nombre de Beatos y el día 25 del mes de octubre de cada
año se puedan celebrar en los lugares y modos establecidos por el derecho.
En el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo. Amén.
Dado en Roma, en el Laterano, el día trigésimo del mes de agosto,
año del Señor 2021, noveno de nuestro pontificado.
Francisco
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Urna con las reliquias de los Mártires
Finalizado el Rito de la Beatificación se celebró la misa, en la que Mateo Blázquez
leyó la Primera Lectura
Concelebraron la Misa nuestro Sacerdote Emiliano Moriano, junto a nuestro paisano Ceferino de las Heras y Raúl Hernández Coadjutor de Zarza